Ucranian Luxury / Circular Presents
Ucrania Luxury / Circular Presents
Ucrania Luxury fue una propuesta de Circular Presents, colectivo Caleño conformado por Adrián Gaitán, Sergio Zapata, Daniel Tejada y David León para Casa Entera. El trabajo de este colectivo me ha interesado por las diversas formas en que se plantea a cada proyecto, posicionándose a veces como artistas, curadores, gestores, en individual o en colectivo, su apropiación de diversos espacios a la hora de trabajar y su deslocalización para hacer.
El planteamiento de Ucrania Luxury fue muy sencillo desde el inicio; infiltrar objetos que pudiesen ser parte de la decoración de la casa alquilada, haciéndolos pasar desapercibidos dentro del espacio e integrándose en el paisaje de la recámara, el comedor, la cocina o la terraza.
La dinámica fue determinada para 15 invitados dentro de horarios específicos; 1 p.m. para almorzar, 5 p.m. para merendar o bien a las 8 p.m. para cenar. Los asistentes llegaban con la idea de una invitación a comer junto los artistas y conmigo, cada grupo estaba seleccionado para generar ciertas dinámicas específicas a las que fuimos anticipando posibles conversaciones o encuentros particulares sin que estuvieran advertidos de ir a ver intervenciones u obras.
La primera sorpresa fue la comida ucraniana, un menú sacado de recetas de internet que servía como distractor, sopa fría de betabel, croquetas de zanahoria y queso, crepas con dulce de manzana, deep de champiñones, tortas de papa con carne de cordero todo ello servido a cada tiempo en platos quebrados y vueltos a pegar que hacían parte de la vajilla familiar de uno de los artistas.
El acto de la comida parecía ser el motivo de reunión mientras el apartamento alojaba distintos objetos creados por Circular Presents de forma específica para el espacio y que en su mayoría de los casos pasaban desapercibidos. Algunas veces los asistentes lograban observar algún detalle y comentar el “extraño gusto” de quien alquilaba el apartamento, lo “curioso” de algún elemento de la sala, lo “raro” que era que se repitieran las noticias del día anterior en la televisión, o bien el elemento más desconcertante, el estar comiendo en una vajilla rota “tan bonito apartamento y los platos quebrados” ¡Que falta de cortesía!
Un constante guiño hacia el fallo o el supuesto descuido predominaban en los objetos que se volvieron incluso un enigma para mi, que no sabía a detalle cada una de las intervenciones y que llegué incluso a confundir elementos hechos por el colectivo con objetos que la dueña de la casa tenía, mientras me dejaban pensando constantemente en la infiltración, el “hackeo”, el reto de observar aquellos detalles, minúsculos pero simbólicos, que transformaron aquella casa en una obra en sí misma.
Cali, Colombia.
