Es lo que ves / Miriam Salado, Martin Bernstein,  Margot Kalach, Santiago Gómez, Rolando Jacob, Aleph Escobedo, Natalia Rodríguez, Roger Muñoz, Ángela Ferrari, Marek Wolfryd, Ángela Leyva

La primera edición de Casa Entera en México surgió ante la invitación a un grupo de artistas, que radican en la capital, a participar de la feria de arte FAMA en Monterrey.

La casa decidimos alquilar por airbnb se anunciaba como el sitio perfecto para las necesidades primordiales de los huéspedes: un escritorio y silla de oficina junto a un módem de alta velocidad; ”ideal para trabajar”, un amplio patio con una parrilla; ”perfecto para la carne asada”, no me extrañó que las necesidades básicas, según los locales, se resumieran en trabajo y asado.

El viaje por carretera, de más de 12 horas, se convirtió en el pretexto perfecto para algunxs de ellxs para tomar el viaje como proyecto, como fue el caso de Martín Bernstein, quien decidió utilizar algunos elementos encontrados en el camino para ponerles en relación con el departamento alquilado. Bernstein fue coleccionando distintos objetos, como globos de una fiesta que había terminado, baberos con frases extrañas y estampitas sobre valores encontradas en tienditas de paso, que luego tomaron forma en una instalación en el comedor de la casa, uniendo los elementos y aludiendo a este espacio como seno de la construcción de la familia y muchas veces de la educación infantil.

La estética de abandono del departamento se convirtió en la sede perfecta para las esculturas de Miriam Salado, quién utiliza materiales orgánicos, como el cascabel o las pezuñas de venado, y les da forma de objetos que simulan ser animales o nidos que se cuelan por el espacio. En esa misma línea Aleph Escobedo decidió instalar dentro de un armario portátil una pieza sonora donde se podían escuchar abejas o murciélagos como si éstos estuvieran rondando el espacio.

Entre el salón y la recámara Margot Kalach y Santiago Gómez construyeron un diálogo donde  el movimiento del ventilador de techo y la luz que se reflejaba en el cuarto alumbraban un bulto sobre la cama que habría sido construido con la misma colcha. La extrañeza que producían las sombras de esa figura, casi humana, rodeada de naranjas y vasos con agua, hacían sentir aquel cuarto con una presencia sobrenatural.

Haciendo también uso de los objetos de la casa Angela Ferrari decidió tomar un cuadro de la última cena que se encontraba colgado en el comedor para llevarlo a bendecir a la catedral principal de la ciudad, volviéndolo a colocar de nuevo en su lugar mostrando el registro de ello en un gesto irreversible. Otro de los objetos domésticos que se intervinieron fueron los guantes para lavar el baño que Roger Muñoz toma y transforma al colocarles uñas postizas en cada dedo para luego colgarlos en el tubo de la cortina de baño, creando una escena casi de película, en la que al draguear este objeto el espacio toma una vida distinta.

Monterrey, México